lunes, agosto 03, 2009

El Bautizo ...

Hace tiempo que no me veía por estos lares con las ganas con que vengo dispuesto a compartir mi historia; no recuerdo la última vez que este humilde blog fue usado para trasmitirles algunas de mis vivencias, y por eso mismo… aquí va esta.

La fecha exacta no la recuerdo, digamos que fue un 35 de Agosto del año –1319. Eran aproximadamente las dos de la tarde y me encontraba almorzando en la casa de una de mis tías. Por esas épocas, andaba yo con mi TICKET (Así se le llama al papel de michi que te dan cuando pasas tus exámenes teórico y práctico de manejo y sólo te queda ESPERAR UN MES A QUE LLEGUE TU BREVETE), y bueno, tenía mi carrito en el cual me movilizaba a mi querida universidad.

Mientras la comida ingresaba a mi sistema digestivo, mi cerebro iba atravesando caminos sinuosos: ¿Y si me paran? … Naa… con el ticket me salvo .. además .. el ticket certifica que ya pasé mis exámenes… y que sólo falta que lleve el brevete… que no es más que un plástico de miércoles que trae una foto (que en mi caso parecería huella digital mal impresa), y una firma… no hay nada de qué preocuparse :) … pero… ¿y si el ticket no sirve? … chezu! … mejor pregunto…


- Papá … ¿con el ticket puedo manejar normalazo?

- Carajo Carlos! .. ¿cuántas veces te he dicho que vayas no más? .. ya aprende… estás grandote! … si te paran, te paran pues! .. ¿qué te van a hacer? …

(Sólo faltó que me preguntes por qué no puedo ser un niño normal…)

- Está bien papá…gracias, no te preocupes.



Bueno, sea como sea… iba manejando 2 meses y medio con mi ticket (sí, casi tres meses… el mes que me dieron de plazo para que llegue mi brevete, o sea, los 30 días, se convirtieron en 45 … 60 … 70 … 77 días! y nada…) y nunca me habían parado… sólo me habían mirado con mala cara los tombos… o había esquivado a otros =D … pero nunca me detuvieron… así que… ¿¡para qué me iba a preocupar!?…así que para delante no más!

Eran dos y media de la tarde, estaba satisfecho … el arrocito con pollo había estado exquisito … así que me dispuse a tomar mi mochila (sí…llevo mochila la universidad… y también cartuchera :) ), y a despedirme de la tegen que estaba por ahí para retirarme a la u. Salgo de la casa con la panza llena y me introduzco en mi vehículo, acomodo la mochila en el asiento del copiloto, bajo las lunas, pongo el equipito (claaa… tiene que ser ! … Guns N’ Roses para amenizar el viaje), contacto, arranque y pa’lante!

Doblo en la esquina, espero en el semáforo, avanzo y …. =O! Oh! Sorpresa! … espera, como le llaman, OPERATIVO!!!! … la cooooon….!!!! y ahora!!??? … ya no puedo retroceder! … sería llamar la atención … mmm… ¿qué hago por la lorísima!?…caballero…a seguir nada más… ya he pasado por esto.. hay que mirar a la pista no más… sin hacerle caso al tombo… al menos eso me dijeron que haga =/ … voy cruzando el camino por el que una decena de policías buscan incautos con algo “chueco” para caerles con las “papeletas” (que todos sabemos se transforman en “gaseositas” o “el lonchecito” o cualquier cosa menos una multa)… espero no ser otro incauto… cuando en eso … PIRRRRR!!!!! (y no se rían! .. no sé como escribir el sonido del pito ese de porquería!

“Nooooooooo!!!! … y ahoooora??? .. qué haaagooo???” … mientras estacionaba el carro a la derecha… el tombo me había parado! … qué haría? … pensar, pensar! … saqué mis papeles (los que tenía…)… el poli ya estaba al lado de mi ventana… para variar, un policía gordo… y con bigote … bajé la luna …

- Jefe buenas tardes, ¿algún problema?

- Estamos en Operativo… sus papeles …

- ¿Qué? ¿Y así no más jefe? ¿ni siquiera buenas tardes, ni nada? .. qué mal ah… (mientras metía mi mano a la guantera)

Le entregué la tarjeta de propiedad, el SOAT, el permiso de lunas negras (sí… hasta permiso de lunas negras tenía ya, porque tanto se demoraba en llegar el brevete desgraciado, que hasta tenía el número ya, con el cual pude sacar el permiso para polarizado), y … faltaba … lo más importante…

- ¿Su brevete señor?

- Ah si, si, disculpe … (mientras sacaba la billetera para sacar mi ticket =/)

Ni bien el tombo vió el papelito rectangular, me hechó una mirada bonachona … bastante sospechosa.. y se lanzó …

- Uuuuuy doctorcito! …estamos mal así ah!… no está permitido manejar con el ticket, tiene que ser con el brevete …

(Silencio….)

- Pero jefe, mire la fecha de expedición del ticket … es de hace tres meses … no es mi culpa que demore tanto en llegar… a mí me dijeron un mes… y yo tengo que chambear pues! (tenía que decir que tenía que chambear… agarrarle al sentimiento).

- Si pues doctorcito, pero las normas son las normas…

(Mientras sacaba su librito de “Reglamente de Tránsito 2009”) …

- Mire …

(Infracción número setecientos ochenta y la gran flauta… y me leyó lo que decía…en resumen .. que estás fregado si manejas sin brevete)

- Jefe pero tengo que ayudar a mi papá pues, nunca me han parado, y nunca saco el carro sin necesidad, entiéndame pues jefe… ya llegará seguro el brevete… ya no voy a sacar el carro hasta que llegue…

- No doctorcito … no puedo disculparlo simplemente … a nosotros nos pagan el 17% del monto de la papeleta que nosotros ponemos … eso es más o menos ... mmm … setenta y cuatro punto seis luquitas para mí … ¿cómo voy a dejar pasar eta infracción?

- Pero jefe, no sea malo pues

- Pucha doctorcito, voy a tener que bautizarlo entonces ah! … se le ve que es jovencito, y no sabe todavía cómo son las cosas … mire … dejémoslo aquí no más y listo … si le pongo la papeleta, su récord de conductor ya va a estar manchado, y no queremos eso… ¿qué le parece?

Yo estaba pensando en que ya pz! … me dejaría ir! … mi táctica había funcionado! =D!! jeje…soy un genio … je je je….

- Gracias maestro, se lo agradezco bastante … ¿me da mis papeles?

- ¿Cómo? ¿Así no más? … no puuees doctor! , ¿ya ve cómo se pone? .. ¿o sea que por las puras voy a ser bueno con Ud.? … estamos hablando de apoyarnos mutuamente pues doctorcito! … ¿no me diga que su papá no le ha dicho cómo se manejan estas situaciones?

Con el dolor de mi alma… le tuve que hacer la pregunta …

- Pucha maestro … y … más o menos … ¿de cuánto estamos hablando?

(Yo tenía un billete de veinte en mi billetera, además de dos soles con treinta centavos… y pensaba darle diez, pero no tenía, y el polo no me iba a dar cambio, así que pensé que había perdido ya mis veinte luquitas :( … le mostré el billete … y levanté la vista…)

- ¿Está bien maestro? … =(

- Póngale otro igualito pues …

(¿¿¿Quéeeee??? … quería cuarenta lucas!!!… ni fregando … en ese momento no tenía.. pero tampoco le iba a dar!)

- No tengo nada más maestro … tengo estos veinte .. y … (contando mi sencillo) dos soles treinta…

- Ya pues, dejémoslo ahí entonces. Más bien, para la próxima debe andar con un poquito más de billetito, ¿no cree? ... je je je ...

Y el tombo agarró mis veintidós luquitas con treinta centavos, me entregó mis papeles, y me dijo:

- Buen día doctorcito! , que le vaya bien! …


El tombo se quedó con una sonrisa enorme, mientras a mí se me revolvían las entrañas … pero bueno .. al fin y al cabo siempre hay una primera vez … y al tombo, ese hijo de la gran fruta, le tocó bautizarme.

martes, julio 07, 2009

Algo de música

Tal vez para muchos esto no es arte (y es que me he topado con varios de estos sujetos), pero para nosotros (Los Nexxus, de quienes pronto tendrán una breve descripción), lo es.

Agradecemos a las personas que nos brindan el lugar y el tiempo para compartir con la gente lo que sabemos hacer.

Y bueno, así, sin más preámbulo, Nexxus:


jueves, marzo 19, 2009

Siempre es bueno tenerte

Él solía pasar horas pensando en aquellos tiempos en los que todo parecía tan fácil y ni se imaginaba que se llegara a complicar tanto. Eran días tranquilos aquellos, su vida transcurría de manera casi normal (ya que nunca tuvo una vida de esas que suelen llamarse normales), y le daba a todo el tiempo que requería, o tal vez menos, nunca lo supo y nunca lo sabrá, pues aquellos días se perdieron en el pasado. Yo lo conocí, y nunca me contó nada, pero yo, así él no quisiera, siempre estuve ahí. Tenía muchos problemas en la cabeza, cuestiones sin resolver, cosas que aún él no llegaba a entender, simplemente trataba de desenvolverse de la mejor manera posible, cosa que nunca llegó a lograr. Sabía muy bien que tarde o temprano tenía que afrontar sus temores, pero no se apuraba por adelantarse a la situación, siempre pensó que el tiempo era el amo y señor de la vida, que no había que hacerle trampa, que había que esperar, él no tenía prisa, y nada ni nadie lo convencería de ver un poco más allá y tratar de prepararse. Él vivía encerrado en su burbuja de felicidad y de cosas fáciles (como muchas veces se lo recordaron), pero él no veía su mundo como una burbuja, si no como una cueva donde se sentía tranquilo y podía sentarse a pensar en las cosas que a él le importaban.

Nunca tuvo una relación como la que tuvo con ella, compartían muchas cosas, y la verdad que él se sentía muy a gusto; tenía con quien conversar, con quien compartir los acontecimientos del día a día, con quien reírse de bromas muchas veces estúpidas, que no causarían gracia a la mayoría de personas; pero así era él, tal vez algo cercano a lo normal. No me hablaba mucho de ella, pero las palabras se le salían por la boca sin querer, y fue así como me fui enterando de lo fuerte que fue la presencia de la muchacha en su vida. Ellos hablaban por horas, por días, por años; contra todo pronóstico superaron el límite del aburrimiento, ese feo sentimiento humano que daña todas las relaciones, las actividades, y cualquier cosa que uno haga como parte de alguna rutina; pues bien, ella no era su rutina, simplemente era dueña de unas cuantas horas de su día, y a él no le molestaba eso, por el contrario, le agradaba. Le agradaba su compañía, sus palabras, su manera de pensar, completamente diferente a la de él que era tan cerrada y minúscula; ella, por el contrario, tenía una forma de pensar genial, sabía siempre qué decir y cómo escapar a situaciones que posiblemente la dejarían mal parada, virtudes que él envidiaba en secreto, porque él no era de las personas explícitas, de las que puedes saber mucho sólo conversando con ellas; no, él era un tanto reservado, creo que ni sus padres lo conocieron como deberían, pero con ella era distinto, a veces hasta yo me ponía celoso, ya que yo que era su mejor amigo no tenía la capacidad que ella tenía para que contara de su vida, de sus sueños,de sus aspiraciones, de sus planes, de su manera de pensar, de vivir la vida, no, a mí nunca me dio esa oportunidad, pero como ya dije antes, no podía escapar de mí.


Pasaban los días y siempre había una oportunidad para que hablara con ella, tal vez nunca acordaron encontrarse o ir a algún lugar, pero siempre el destino les deparada un momento en el cual compartieran palabras y pensamientos. Él aprendió mucho de ella, lo sé bien, pues él empezó a cambiar, lento, sí, pero cambió. Poco a poco él fue integrándose un poco más a la sociedad, por decirlo así, tampoco fue un antisocial, pero dado a que no hablaba demasiado y sentía mucha vergüenza frente a las grandes masas de gente no llegó a hacerse de tantos amigos como las demás personas de su entorno, nunca fue amiguero ni nada por el estilo, pero lo que sí recuerdo muy bien era que, si bien es cierto no gozaba de abundancia de "amigos", los pocos que él consideraba como suyos, los tenía presentes muy dentro de su corazón. Ni hablar de las amigas, quizá en su vida tuvo unas cinco amigas, por exagerar; nunca supe de alguna que llegara a hacerse su amiga en verdad, hasta que noté el cambio que sufrió, y fue por ella. Ella. Ella siempre estaba presente. Con el tiempo se fue asentando más en su vida, era cosa de todos los días, y lo más impresionante, al menos para mí, era que cada vez que hablaban era como si recién se conocieran, podían pasar horas de horas hablando y contándose nuevas cosas, como si sus vidas hubieran empezado mucho antes de lo que en realidad lo hicieron. Nunca faltaban las risas, la alegría, la sensación de conversar mucho con alguien a quien le podrías contar todo sin temores ni vergüenzas; así eran ellos, él siempre estaba dispuesto a dejar lo que sea por tener más tiempo para hablar aunque ella muchas veces no contribuía demasiado a la situación, pero aun así, él empezó a quererla y a hacer de ella una necesidad. 


Así pasó el tiempo, y me alegraba verlo así, estaba contento, lleno de vida, él la quería y ella también a él, nada podía ser mejor, nada se podía comparar a tal felicidad, parecía que él ya había encontrado un rumbo a seguir, que estaba encaminado y que seguiría con toda la fuerza que tenía hasta llegar al límite; pero el límite le llegó antes de tiempo, él enfermó. Su enfermedad lo fue consumiendo poco a poco, célula por célula. El proceso era bastante lento y doloroso pero él se negaba a aceptarlo, se aferraba a su recuerdos y ella se iba acercando en su mente pero se iba alejando en la realidad. De principio no lo entendí, y tampoco él me lo explicó, simplemente me miraba y buscaba en mí una respuesta que no supe darle y que hoy me hace sangrar el corazón, porque cuando más me necesitaba yo no pude hacer nada. Traté de buscar a la dueña de su tiempo, pero no tenía cómo, no tenía los medios ni siquiera para empezar mi búsqueda, creía que ella era su única salvación, o al menos, que con ella sería la mejor manera de acabar sus días, pero nunca pude encontrarla y mi alma se rompió en pedazos cuando lo vi caer; a él que nunca tuvo la intención de dañar a nadie, a quien quise con todas mis fuerzas, a quien se esforzó por demostrar que él siempre tuvo buenas intenciones, que quería hacer todo bien, que quería que todos lo recordáramos como una buena persona, a él que le hubiera encantado que todas las personas que conoció en su vida le hubieran regalado una sonrisa como agradecimiento de lo mucho o poco que hizo por ellas, y sobre todo, que quizo que yo le haga saber a ella que sobre todos su errores, que sobre todas las cosas que hizo mal, sobre todas las situaciones en que él hizo que ella se llene de tristeza, que derrramara lágrimas, y que no duerma tranquila, quizo que yo le haga saber a ella que en donde quiera que esté él siempre velará por su felicidad, siempre estará atento a sus necesidades, siempre le regalará una caricia cuando ella la necesite y donde sea que ella esté, él la seguirá amando en silencio.